martes, 9 de marzo de 2010

Artículo de opinión "¡A mal tiempo, buena cara!"

Diario Clara Campoamor 9 de marzo de 2010

¡A mal tiempo, buena cara!


¡Por fin vemos el Sol, el cielo azul despejado, la luz, la claridad! ¡Ya iba siendo hora!

¡Vaya invierno lluvioso que llevamos, niñ@s! ¿A que estamos ya un poco hartos de tanta agua?
Un dato: la media de precipitaciones anuales en la provincia de Málaga es de 400 litros por metro cuadrado, y en tan solo un trimestre (durante el invierno), ya han caído cerca de 1000 litros.

Seguro que ya no os acordabais de esos días soleados cuando jugabais al aire libre? ¡Qué buenos recuerdos! ¡ Lo de "qué buen día hace hoy"cuando nos asomábamos por la ventana, quedaba lejano en nuestra memoria.
Todo el día encerrados en casa, sin poder pasear por la calle, sin niños jugando en los parques, sin esa luz que nos da alegría y energía. De la casa al cole y del cole a la casa. Y los fines de semana, con tanta lluvia, lo que se llenaban son los centros comerciales, y las calles sin ningún alma.

¡Y es que hasta nuestros hábitos están cambiando! Antes de salir de casa, ya no nos puede faltar echar mano del paraguas, que tan poca compañía nos había hecho hasta ahora, o del impermeable para las mochilas. ¿Un impermeable para mochilas? ¡Sí, sí, toda una novedad por estas tierras del sur! Y estaba pensando ¿cuántos paraguas, chubasqueros y botas de agua se habrán vendido durante este invierno?

Y todos atentos al telediario para ver el mapa del tiempo y el estado de las carreteras. Ese mapa del tiempo que ya no es lo que era antes. ¡Cuánto ha cambiado! ¿A que sí? Lo que antes eran soles como huevos fritos, ahora se ha convertido en dibujos de nubes y gotas de lluvia en el mapa.

Y lo de las características que hemos estado estudiando siempre del clima mediterráneo, como siga así la cosa, habrá que hacer una revisión en los libros de Conocimiento del Medio.

Esperemos que nuestra querida Málaga siga siendo la capital de la Costa del Sol. Ojalá que jamás pierda su atractivo apellido.

Hemos pasado de una preocupante sequía, a disponer ahora de agua suficiente durante algunos años, sin tener que soportar cortes de agua. Ahora que ya nos íbamos acostumbrando por fin a mirar mucho por el agua, para que no nos faltase, tomando medidas como: darse una breve ducha en vez de llenar la bañera, lavarnos las manos y cepillarnos los dientes con el grifo cerrado el máximo de tiempo posible, no tirar tantas veces de la cisterna del w.c. Tantas y tantas medidas para evitar derrochar agua innecesariamente. ¡Y ahora los pantanos tienen que desembalsar millones de litros de agua por segundo! ¡Qué curioso, no? Y todo este cambio está ocurriendo en tan poquísimo tiempo.
¿Será cuestión del cambio climático? O tal vez, ¿caprichos de la naturaleza?
Tantas preguntas y sin saber respuestas exactas.

Tampoco podemos echarle siempre la culpa a la señora atmósfera. Nosotros hemos cantado varios happy birthday este invierno y... ¡Vaya cómo cantamos y cómo se nota cuando al rato miramos al cielo!

Y es que nunca llueve a gusto de todos. ¡Cuánta miseria ocasiona la lluvia cuando cae en grandes cantidades y durante tanto tiempo seguido! Familias que pierden su hogar, por ejemplo.

¡Cuánta razón tiene nuestro sabio refranero: a mal tiempo buena cara!
Aunque hoy en día y con la que está cayendo, habría que añadir:
¡A mal tiempo, buena cara y con el paraguas en la mano, por si acaso!




1 comentario:

  1. Es impresionante que tantísima agua caiga en un pueblo tan chico.

    ResponderEliminar